Tu palpitar Mamá Josefina
Eran
las violetas
o los
jacintos.
La galería
con macetones
de variados
geranios.
Las
sabanas flameando
en el
patio de atrás
único par
de cada cama.
Los
gansos,
los patos,
las gallinas batarazas
y algún
gallo de raza
conocieron
tu trajinar.
La
escoba visitaba los patios
hasta la
oración.
La
pollera bordada
para el
regalo de la sobrina
y la
tarea para la escuela
en el
grado de turno
se metía
en la noche.
Con las
puerta abiertas
de dos
hojas al sur
o al
calor del bracero con brazas.
Y te hacías
tiempo, Madre
para correr
el mate
en el dialogo dominguero
resumen
de semana.
Y no
faltaba
la
comida especial
de
fideos caseros
entre cuatro
manos
o
rabioles,
mientras
íbamos a misa.
Siempre
junto a tus pasos
Mamá
Josefina,
tu esposo
Oscar Benicio;
compañero
de un nido
donde
engendraron seis hijos
y un ángel.
Querida
Mamá tu matrimonio
fue ejemplo
en nuestras vidas.
El amor
a la Virgen
de la Medalla
Milagrosa
LUZ en
nuestro caminar.
Tu ir y
venir a lo largo de tu vida.
¡Es
orgullo, hoy en nuestros ojos!
Nuestra
oración de gracias,
se eleva
a ti y a nuestro Señor.
María
Esther Robledo B.
del
libro Junto al fuego- 2016
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